viernes, 8 de mayo de 2009

LA MANUELA PACHACAMA

La alpargata va filtrando
el relente de la aurora,
que coqueta va arribando,
a través de los senderos.


Prieta magnolia que al viento,
solitaria y sin aliento,
se llega hasta las vacadas,
pa’ que le entibien las manos,
con el vaho de su aliento.


Indígena, raza pura,
que transitas al levante.
que orgullosa y siempre altiva,
descorres con diestra mano,
de nubes el horizonte.


Mujer, madre, jornalera,
confidente de becerras,
que te esperan por el alba,
para entregarte su esencia,
níveo néctar refulgente.


Cuando tu mano aún tiene,
la tibieza del estrujo
de la ubre prodigiosa,
tomas la azada y desfilas
por polvoriento camino,
para destejer las zarzas,
para surcar los vendimias.


Y cuando el sol en el cénit,
tu carne viste de fuego,
te regresas presurosa,
a la tulpa que te espera.
A los porotos que suaves,
se aprestan para la vianda.


No hay siesta en tu rudimento,
sólo hay trabajo y lamento,
hasta que la tarde caiga
y el sol por el occidente,
bese la noche silente…


15/03/08
avefenixazul


Mi humilde homenaje a la mujer trabajadora.
a aquella que es madre, obrera, amiga, confidente,
a aquella que con sus manos espanta la neblina mañanera,
a aquella que con su sonrisa espanta los pesares,
a la mujer que llena de luz los días oscuros,
y sepulta la mas negra soledad tras su sonrisa de aliento.

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