Hoy quebramos el pacto de nuestro amor eterno,
hoy firmamos el acta que cerró nuestro ayer;
hoy enterré en la sima de mi intrínseco averno
la tristeza infinita que dejó tu querer.
Tú y yo, dos destinos, dos vidas que el invierno
entre otoño y verano las viera florecer;
transeúntes audaces de un mundo sempiterno,
que al unir nuestros pasos pudimos renacer.
Cegó cruel con su garra nuestro cariño el tiempo,
la dulce primavera, con sus galas y encajes,
a fuerza de desdenes se tornó en estiaje.
Hoy tiendo al horizonte las velas y el anclaje
de la barca de ensueños lo recojo y el viento
remueve alma adentro mis llagas con su acento.
Avefenixazul
03/04/09
viernes, 8 de mayo de 2009
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